Privados de libertad de Arcos Modulares, en el Centro de Atención Institucional Jorge Arturo Montero Castro, se unieron, de forma voluntaria, al Programa de No Fumado que empezó a regir la semana anterior con el fin de convertir los módulos en ambientes libres de humo y colaborar con el proceso de rehabilitación de la población.
Este proyecto viene a formar una red de apoyo para dar una intervención y atacar el consumo de tabaco. Son aproximadamente 300 privados de libertad que firmaron de manera voluntaria la declaración para pertenecer al Programa de No Fumado.
Es un reto que involucra al personal técnico y de seguridad con el apoyo de la Capellanía Carcelaria y familiares que buscan motivar a la población por medio de videos para que continúen en el programa. El abordaje parte de los alcances de la Ley Contra el Uso del Tabaco y sus regulaciones vigentes, pero además se han creado y promovido acciones estratégicas de motivación, terapia ocupacional y desarrollo de habilidades para la vida.
Este es el segundo centro penitenciario que se suma a esta iniciativa, que es acuerpada por los Consejos de Seguridad y Análisis Institucional del CAI Jorge Arturo Montero Castro.
“La ejecución de proyectos como estos tienen un gran impacto emocional no solo para el privado de libertad, sino también para las familias. Para el centro penitenciario significa el resultado de todo un proceso de atención a la población penal buscando un espacio libre de humo”, indicó Wilman Pérez, director del CAI Jorge Arturo Montero.
El área de Orientación será el enlace coordinador de las acciones de gestión con el apoyo de la dirección y seguridad del centro penitenciario.